Abordaje integrativo de la endometriosis y dolores menstruales


Descubre la guía definitiva para abordar la endometriosis y los dolores menstruales de manera integrativa. Este protocolo de dietoterapia ha sido diseñado para ofrecerte una comprensión clara de los mecanismos fisiológicos relacionados con estas condiciones. Es una herramienta invaluable tanto para profesionales de la salud como para cualquier persona interesada en el manejo efectivo de estas condiciones de salud.

¿Qué es la endometriosis?


La endometriosis es una enfermedad crónica inflamatoria y hormono-dependiente que afecta al 10% de las mujeres en edad reproductiva.

Los primeros síntomas pueden aparecer con dolores ya en la adolescencia y persiste hasta la menopausia e incluso después, y puede llevar años hasta que se diagnostica.

A día de hoy no se sabe la causa con exactitud y muchos profesionales creen que no tiene cura.

Lo que si se sabe que esta enfermedad es el resultado de una serie de factores anatómicos, hormonales, inmunológicos, inflamatorios, estrogénicos, genéticos, epigenéticos y ambientales.

Se caracteriza por tejido anómalo endometrial que crece en la pelvis fuera del útero, influenciado por el ciclo menstrual, pudiendo sangrar, causar inflamación y fibrosis, incluso infertilidad.

¿Que factores contribuyen?


Inflamación de bajo grado

La inflamación crónica de bajo grado puede favorecer la endometriosis. Se ha observado que las mujeres con endometriosis tienen niveles más altos de marcadores inflamatorios. Esta inflamación contribuye al desarrollo y progresión de la enfermedad al fomentar el crecimiento del tejido endometrial fuera del útero.

Mala gestión de la glucosa

Los desequilibrios en los niveles de azúcar en sangre pueden afectar la progresión de la endometriosis. Altos niveles de azúcar en sangre y resistencia a la insulina pueden promover la inflamación y el crecimiento anormal del tejido endometrial. Por eso la dieta y el estilo de vida son muy importantes en la resolución de la patología.

Disbiosis intestinal

La disbiosis intestinal se refiere a un desequilibrio en la microbiota intestinal, con un crecimiento excesivo de bacterias patógenas o una disminución de bacterias beneficiosas. Este desequilibrio en la microbiota intestinal junto con un bajo rendimiento hepático limita la excreción de estrógenos a través del intestino.

Plan de acción


El protocolo se centra en realizar cambios en la alimentación para resolver o minimizar los factores anteriores, y mejorar el ambiente hormonal.

No tienen un orden específico, pero si se debe aplicar de forma individualizada según cada personal, teniendo en cuenta el grado, la edad, la sintomatología, los hábitos y la dieta actual.

Consejos

Si tienes síntomas de mala digestión, o hinchazón, diarreas o estreñimiento habitual, infecciones urinarias o candidiasis, deberás consultar con un profesional para resolver cualquier trastorno relacionado con la microbiota.

Si tienes un dolor aguda o un gran hinchazón con molestias, debes ajustarte a una dieta FODMAP las primeras semanas.

Realizar ayunos de entre 12 y 14 horas pueden acelerar el proceso y reducir antes los síntomas.

Como verás, la alimentación es el pilar central de este abordaje terapéutico, con lo que recomiendo el acompañamiento con un profesional como dietista o nutricionista. 

Recuerda

La endometriosis es una condición compleja que afecta a muchas mujeres en todo el mundo. Requiere un enfoque multidisciplinario para su manejo efectivo. Los tratamientos farmacológicos, como los antiinflamatorios para el dolor y los medicamentos hormonales para regular el ciclo menstrual, pueden ser útiles para controlar los síntomas, pero no deben considerarse como la única opción terapéutica.

Es importante tener en cuenta que el contenido de este protocolo tiene fines exclusivamente informativos. No está diseñado para diagnosticar, tratar o curar ninguna condición o enfermedad en particular.

Este protocolo no debe utilizarse como sustituto de la consulta con un profesional.

Cuidar y regular la microbiota

Una alteración en la microbiota intestinal puede generar una inflamación sistémica y puede ser el origen otras tantas alteraciones. Ademas, como veremos posteriormente, juega un papel importante en la eliminación de los estrógenos y limita la reintroducción de los mismos.

Las mujeres con endometriosis son más propensas a presentar alteraciones microbianas, malas digestiones, diarreas o estreñimiento, candidiasis intestinal, infección por parásitos u otras bacterias patógenas, empeorando el ambiente inflamatorio, creando permeabilidad intestinal y retroalimentando la enfermedad. Por eso, si tienes algunos de estos síntomas te recomiendo que visites a un profesional para descartar o resolver cualquier trastorno de los comentados anteriormente.

Adaptar tu alimentación

Uno de los factores que desencadenan la enfermedad es la mala gestión de la glucosa o el azúcar en sangre. Par ello hay que reducir el azúcar y los carbohidratos refinados y simples. Además incluyo una serie de cambios para mantener la inflamación a raya y fomentar la eliminación de los estrógenos.

Qué debemos añadir a nuestra dieta

  • Vegetales de hojas verdes y crucíferas como brócoli o coles, tubérculos (tened en cuenta que algunos alimentos no serán recomendados si hay disbiosis intestinal).
  • Frutas (1 o 2 piezas al día) y verduras con propiedades antioxidantes. Recomiendo frutos rojos (como arándanos), papaya, piña, kiwi, granada, pimientos rojos, zanahoria, setas de todo tipo, tomate, cebolla y puerro, alcachofas, espárragos, etc. Semillas y frutos secos como almendras, avellanas, chia, calabaza, nueces de brasil.
  • Alimentos ricos en grasas omega-3, por ejemplo pescado azul pequeños, como caballa, sardinas, y con menos frecuencia atún y salmón. También de origen vegetal como la chia y otras fuentes de grasas saludables como los huevos, aguacate, olivas o mantequilla.
  • Carnes blancas, rojas, y pescado (azul o blanco) diarias.
  • Caldos de huesos, caldo de pollo, y alimentos ricos en colágeno como callos o pies de cerdo (mejorarán la salud intestinal).
  • Alimentos fermentados como Chucrut, kimchi, kombucha, kefir (de agua o coco o lácteo de cabra) y encurtidos.

Alimentos que debemos quitar o modificar

Los alimentos que tenemos que quitar (como siempre la valoración debe ser individualizada y pautar tiempos para re-introducirlos si son necesarios) de nuestra dieta son:

  • Lácteos que no sean de cabra, priorizar fermentados como yogur o kefir, queso fresco, y limitar las porciones diarias.
  • Tomar porciones pequeñas de legumbres, avena o arroz valorando los síntomas.
  • Harinas refinadas - glúten (pan y pasta) y valorar el resultado y la reintroducción en las siguientes etapas del protocolo.
  • No utilizar aceites refinados o de semillas, margarinas. Solo utilizar aceite de olive virgen extra. Reducir al mínimo las frituras, sobre todo si no sabemos el origen del aceite con las que fueron hechas.
  • Alcohol: no beber alcohol de ningún tipo ni bajo ningún criterio.

Quitar todos los productos que contengan soja en sus ingredientes, o la soja misma.

Protección hepática

Es importante destacar que el hígado juega un papel crucial en el metabolismo de los estrógenos, ayudando a descomponerlos para su excreción del cuerpo. Mantener la función hepática óptima es fundamental para este proceso.

Eliminar completamente el alcohol de la dieta es una medida importante, ya que el alcohol puede afectar negativamente la función hepática y el metabolismo de los estrógenos.

Además, ciertas hierbas pueden ser beneficiosas para la salud hepática y pueden ayudar en la eliminación de toxinas, incluidos los estrógenos. Las hierbas como la alcachofa, el diente de león y el cardo mariano se han utilizado tradicionalmente con este propósito y se pueden consumir diariamente en forma de infusiones o suplementos.

Se deben evitar los alimentos que sobrecargan o dañan el hígado, como el exceso de grasas saturadas, los fritos, los embutidos, el azúcar refinado, la harina blanca o los alimentos procesados. También se deben eliminar las bebidas alcohólicas, los refrescos azucarados, y reducir el café y el té negro. Y por supuesto, nada de alcohol o medicamentos no pautados y recetados.

También podemos suplementar con ácido alfa lipoico (ALA), magnesio y N-acetilcisteína (NAC), pero debe ser valorado por un profesional.

Ejercicio físico y descanso

El sedentarismo es un factor de riesgo significativo para la progresión de la endometriosis. La práctica regular de actividad física ofrece múltiples beneficios:

  • Disminución de la inflamación.
  • Reducción de los niveles de estrógeno.
  • Mejora en la gestión del estrés.
  • Mejora el metabolismo de la glucosa.
  • Es una barrera frente a otras enfermedades.

En determinadas situaciones, puede ser indispensable contar con un acompañamiento personalizado para optimizar estos aspectos, pero puedes comenzar realizando paseos diarios, nadar o practicar yoga, y además ejercicios de fuerza 2 o 3 veces por semana.

Descanso correcto y gestión del estrés

La psicoterapia puede ser beneficiosa para una amplia gama de situaciones, desde la gestión del estrés hasta la resolución de traumas pasados. Es importante reconocer cuando necesitas apoyo adicional para manejar estas experiencias difíciles. Aquí hay algunas razones por las que podrías considerar la psicoterapia:

El estrés crónico puede afectar profundamente la salud mental y física. La psicoterapia puede proporcionar herramientas y técnicas para manejar mejor el estrés diario y reducir su impacto en tu vida.

Tomar el sol durante unos minutos al día, especialmente al al inicio del día o en invierno también al mediodía cuando es más fuerte, puede ayudar a regular los ritmos circadianos, mejorar los niveles de vitamina D y promover una sensación de bienestar general.

Suplementación


Para diseñar un plan efectivo de manejo de la endometriosis, es crucial considerar la posibilidad de suplementación nutricional. Esto se debe a la necesidad de cubrir requerimientos nutricionales específicos para abordar esta afección de manera adecuada. La suplementación es fundamental para alcanzar las dosis necesarias de ciertos nutrientes, ya que los alimentos modernos pueden deficientes en ciertos micronutrientes.

Esta consideración resulta aún más crucial si se busca acelerar el proceso de recuperación y minimizar la duración del tratamiento.

  • El Magnesio está presente en muchos procesos metabólicos y es carente en muchos alimentos. Ayuda a regular el sistema nervioso y reducir los niveles de estrés y ansiedad. Tomado por la noche ayuda a conciliar el sueño y a aumentar la recuperación muscular, ademas es necesario para la correcta gestión del calcio.
  • El Omega-3, particularmente con ácidos grasos EPA y DHA, tienen propiedades antiinflamatorias ayudan a reducir la inflamación en el cuerpo, lo que es beneficioso para personas con enfermedades inflamatorias crónicas. Sobre todo en personas que no toman suficiente pescado azul.
  • La suplementación con aceite de Onagra, es popular debido a sus posibles beneficios para la salud femenina. Por su acción antiinflamatoria ayuda a reducir síntomas como la hinchazón, la sensibilidad mamaria, los cambios de humor y los dolores menstruales.
  • El myo-inositol, ha ganado popularidad debido a sus beneficios para la salud, especialmente en el tratamiento de trastornos hormonales.
  • La suplementación con Fenogreco, ayuda a la regulación de la glucosa en sangre y a aliviar los cólicos menstruales debido a sus propiedades antiinflamatorias y antiespasmódicas.
  • La N-acetilcisteína (NAC) es conocida por su potente actividad antioxidante. Ayuda a combatir el estrés oxidativo en el cuerpo, neutralizando los radicales libres y protegiendo las células y los tejidos. Ayuda a aumentar los niveles de glutatión, lo que puede ser beneficioso para desintoxicar el hígado y protegerlo de los daños causados ​​por toxinas y sustancias químicas.
  • El R-ALA, o ácido alfa-lipoico es un cofactor esencial para algunas enzimas implicadas en la desintoxicación del hígado. Ayuda a aumentar los niveles de glutatión, lo que mejora la capacidad del hígado para eliminar toxinas y compuestos dañinos del cuerpo.
  • Durante períodos de estrés la suplementación con vitamina C es beneficiosa. La vitamina C es conocida por su papel en el fortalecimiento del sistema inmunológico. Actúa como un antioxidante que ayuda a proteger las células contra el daño oxidativo y también es importante para combatir infecciones.
  • Tanto la vitamina D3 como la K2 juegan un papel importante en la función inmunológica y pueden ayudar a fortalecer el sistema inmunológico. Aunque la suplementación con estas vitaminas tiene muchísimos beneficios, es importante destacar que debe realizarse bajo la supervisión de un profesional de la salud ya que su exceso puede tener efectos negativos para la salud.
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